Texto y fotos: Borja Mozo.
La Asociación de la Prensa de Valladolid (APV) y la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) han organizado este viernes 21 de octubre, una jornada en la que se han expuesto las ventajas de contar con un profesional de la comunicación en la consecución de los objetivos empresariales, además de reivindicar el relevante papel de éstos para mejorar su competitividad y visibilidad.
«Una empresa, si no se ve, no existe». Con esta frase ha inaugurado la jornada la presidenta de la CVE, Ángela de Miguel, quien considera la «profesionalidad» como la base de cualquier desempeño laboral, y ha apuntado a los periodistas como los «más indicados» para la elaboración, gestión y difusión de los contenidos, tanto internos como externos, de las empresas.
A su lado, la presidenta de la Asociación, Arancha Jiménez, ha incidido en la relevancia de una buena comunicación, enfatizando que es diferente a la publicidad. Y ha resaltado el hecho de que en un tiempo en el que «ya no es necesario viajar a Madrid» para contar con buenos profesionales, los empresarios deben asumir que es «fundamental» incluir en el organigrama a expertos para el acercamiento a «potenciales clientes».
A continuación, ha tomado la palabra Belén Merino, de Cabal Consulting y vicepresidenta de la APV, quien, ante las cerca de 50 personas que han acudido, ha comenzó su intervención destacando que se ha perdido el paradigma tradicional del periodista para dar paso a un profesional multitarea, generador de confianza, mediador con proveedores y captador de clientes. La vicepresidenta ha incidido en que este perfil profesional, con capacidad de análisis, síntesis, trabajo bajo presión, y aptitudes organizativas, de planificación y flexible, representa un valor añadido para diferenciarse en un entorno global cada vez más competitivo.
Una sociedad, ha continuado, en la que que la reputación y la confianza son «claves», y se logran con la interacción con todos los grupos de interés, y con más herramientas más allá de las tradicionales, a tenor de los datos de la agencia We are social, que arrojan que más de la mitad de la población, 3.419 millones de personas, acceden a Internet y, de ellas, 2.300 millones participan en redes sociales.
Esta circunstancia, según Merino, requiere una especialización e implica contar historias «creíbles y auténticas», algo que el periodista «sabe hacer muy bien”. Así, ha afirmado, que las firmas «crean valor» con la inversión en actividades «confiables, creíbles y responsables».
Finalmente, Belén Merino ha reflexionado sobre el notorio papel de la comunicación interna, que sirve para hacer partícipes y alinear a los trabajadores con los objetivos empresariales, y ha remarcado la necesidad de «ser coherentes» con lo que se emite al interior y al exterior; y contar con una hoja de ruta en forma de plan de comunicación.
Dirigir y canalizar la información
La jornada ha contado con la presencia del director de Comunicación de Iberaval, José María Sánchez; la cofundadora de la consultora Sociograph, Elena Martín; la directora de la consultoría Estrategia Infinita, María Isabel Barrante, y las fundadoras de Procumedia Gestión de Conflictos, Gloria Calderón y Nuria Calvo.
Todos ellos han destacado las ventajas de contar con un profesional de la comunicación. El primero, Sánchez, ha explicado que un buen profesional, además de saber gestionar todo aquello que se emite, sabe «sabe dirigir bien el tiro y canalizar» lo que busca la empresa.
Asimismo, ha valorado las oportunidades que ofrece el entorno digital, en el que se enmarcan las redes sociales, donde la reputación es «clave», y la posibilidad de lanzar campañas de alto alcance «a bajo coste». Elena Martín vinculó el camino para “lograr el éxito” con el conocimiento de los mecanismos de la comunicación, la adaptación a los nuevos canales y la definición del público objetivo.
Por su parte, Barrante, además de establecer sinergias con otros actores, ha apuntado también la importancia de elaborar medidas de conversión que cuantifiquen los objetivos de la empresa, labor que debe recaer en «alguien que sepa y que pueda convertir en rendimiento».
Desde el punto de vista empresarial, Calderón y Calvo han valorado el papel del periodista a la hora de la consecución de los objetivos. Sin embargo han advertido del peligro de «interpretar» la información emitida, puntualización que ha servido para que Barrante y Martín, a modo de glosa, incidieran en la importancia de transmitir un mensaje «claro».
Para finalizar, Calderón y Calvo han animado a los presentes a «ser naturales, con personalidad» y » ponerse en el lugar del otro»; Barrante, a innovar; Martín, a «buscar las necesidades» y a adaptarse a las nuevas formas de comunicación y finalmente Sánchez a cuidar las labores comunicativas, favorecedoras de la consecución de las metas.