Los recortes, cierres y Expedientes de Regulación de Empleo presentados en las empresas de comunicación han acabado con 170 puestos de trabajo en la provinciapor despidos y puestos amortizados por bajas voluntarias o prejubilaciones, entren otras causas. Esta cifra, que puede resultar insignificante en comparación con los más de 8.875 de toda España, supone un 27,48% de los puestos totales que hemos contabilizado en Valladolid.
La situación es bastante desalentadora y empeora al conocer que de entre todas las empresas que forman parte de este estudio (72) solamente dos han incrementado el número de trabajadores en plantilla en este tiempo. Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de los medios que en estos últimos cinco años se han mantenido estables ya sufrieron grandes recortes antes del inicio oficial de la crisis.
Por sectores, el más estable es el de gabinetes de prensa de la administración pública, sindicatos, partidos políticos e instituciones y empresas privadas donde sólo se ha perdido un puesto de trabajo. El más afectado, en relación al tanto por ciento de trabajos perdidos sobre los existentes antes de los recortes, es el de la prensa con 72 puestos menos (38%), seguido de otros medios con 10 puestos menos (34%); radio, con 14 puestos menos (32%); los medios de la provincia, con 3 puestos menos (30%); televisión, con 63 puestos menos (25%), y las agencias, con 7,5 puestos menos (20%).
Encuesta 2013
El 78% de los periodistas vallisoletanos que respondieron a una encuesta relizada a socios de la APV entre noviembre y diciembre de 2012, ha vivido ya ajustes en la plantilla de la empresa o institución en la que desempeña sus funciones y en el mismo porcentaje, afirman temer nuevos ajustes de personal en el futuro. Es llamativo que la mayoría de quienes respondieron sí a la primera pregunta -haber sufrido ya recortes de personal- responden afirmativamente también a la segunda -temor a nuevos recortes-.
Sobre los cambios en su día a día y su situación laboral, el 30% ha visto su salario congelado o incluso reducido (la práctica totalidad de los gabinetes de prensa institucionales y empresariales y una parte significativa de los trabajadores de los medios), el 27% reconoce tener mayor carga de trabajo, e incluso, en un 18% haber asumido la de sus compañeros despedidos. Un 14% ha visto cómo sus convenios se modificaban para empeorar las condiciones ya pactadas, y un 11% se queja de haber incrementado su trabajo, viéndose obligado a escribir en nuevos soportes, asumiendo así funciones que hasta ahora no realizaba.
El 90% de los encuestados consideran que la situación actual de la profesión es mala o muy mala, mientras que el 97%, -la práctica totalidad de quienes la realizaron-, entiende que la calidad informativa ha empeorado a consecuencia de la crisis.
Preguntados acerca de si la crisis está afectando a la calidad de la información que se ofrece, más de la mitad de los encuestados cree que afecta mucho, o muy significativamente, -un 51%-, mientras que otro 46% responde que sí, y sólo un 3% considera que la situación económica que se está viviendo no afecta significativamente al trabajo que están realizando los periodistas.
Los datos que arroja el sondeo no pueden resultar más desalentadores, puesto que la profesión misma duda de la independencia de los medios de comunicación, siendo una buena parte de los propios trabajadores de los medios quienes se decantan por responder a la pregunta afirmando que la independencia no existe «en absoluto».
Así, sobre un total de 42 opiniones, son 14 los que piensan que los medios no son en absoluto independientes (el 33%), mientras otros 21 (el 50%) consideran que son «poco independientes», sólo 7 (el 17%) señalan que son «razonablemente independientes», y ninguno afirmó de forma rotunda que sí lo son.
Curiosamente, son los profesionales de los gabinetes de prensa institucionales quienes se muestran más críticos a este respecto, mientras que los defensores de la independencia de los medios hasta un punto «razonable» ejercen en su mayoría en los propios medios de comunicación.
Sobre las consecuencias de la crisis desde el punto de vista práctico en sus puestos de trabajo, los periodistas vallisoletanos están seriamente preocupados por sus empleos y reconocen que en los últimos cuatro años sus condiciones laborales han empeorado sensiblemente.