La Semana Internacional de Cine de Valladolid, a poco más de dos semanas para que arranque su 57ª edición, ha sido el tema del segundo Foro de la Prensa de la APV. Su director,Javier Angulo, ha mantenido una charla con los periodistas de Valladolid durante casi hora y media. Ha descrito la inminente edición del festival como una«cosecha en la que el drama ocupará un lugar destacado».Un año en el que la SEMINCI busca superar los 60.000 especadores y en el que ha contado con un presupuesto de dos millones de euros, por debajo de lo que el director considera el mínimo de 2,5 millones necesario para organizar un evento de esta magnitud. En este sentido, se ha mostrado muy satisfecho con la aportación de las instituciones pero considera quefaltan más patrocinadores privados para mantener un festival que es «patrimonio de Valladolid»y que subraya que si llegara a desaparecer sería irrecuperable.

En cuanto a la situación de la industria cinematográfica española, Javier Angulo niega que exista una crisis creativa. Al contrario asegura que«nunca ha brillado a un nivel tan alto como ahora». Lo que apunta es a una crisis estructural al no definirse el modelo de cine que quiere este país. El director del segundo festival por prestigio de España, cree que hay demasiados festivales de cine en nuestro país, más de 300, y que habría queponer orden para que solo existiera uno por comunidad autónoma, o al menos, uno por provincia.

CUOTA PARA PRENSA ACREDITADA

Uno de los temas que más debate y polémica ha despetado ha sido la decisión de SEMINCI de cobrar este año unacuota de 30 euros por periodista acreditado. Los profesionales asistenteshan criticado la medida asegurando que no pueden compartir que se cobre al periodista por hacer su trabajo.Según Javier Angulo, esta decisiónno se ha tomado «para hacer caja» sino para ayudar a pagar «un buen servicio»de prensa que se ofrece a todos periodistas acreditados y que tiene muchos costes. Asegura el director del festival que esta cuota está generalizada en todos los grandes festivales del mundo y en cantidades mucho más altas. Ponía como ejemplo los 70 euros que cobra por acreditación el Festival de Cine de San Sebastián o los 300 euros que hay que pagar en Berlin.

Angulo ha dicho que entiende que puede ser una medida criticable, pero que «se ha tomado y se mantendrá». Aún asíse compromete a «compensar ese dinero»a los medios de comunicación en forma de materiales y servicios que hagan más fácil el trabajo de los informadores en el festival.