DECLARACIÓN DE VALLADOLID

La Declaración ha sido aprobada en la LXXI Asamblea General de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), celebrada el 14 de abril en Valladolid.

El periodismo afronta hoy uno de los desafíos más grandes de su historia, un reto que invita a losperiodistas a tomar el liderazgodel cambio, a impulsarlo con nuevas ideas y proyectos.

Arrinconados por unadoble crisis, la económica y la de modelo, el periodismo y los periodistas nos preguntamos cuál es la salida, qué debemos hacer para convertir el pesimismo en optimismo y cuál es, en definitiva, nuestra alternativa al único recurso que han puesto en marcha los editores con implacable decisión: losdespidos masivosy laprecarizaciónde las condiciones laborales y salariales. Un recurso que, no olvidemos, ha pasado a ser mucho más fácil y barato que antes de la reciente reforma laboral.

Nuevas formas de narrar los hechos, nuevos soportes para difundirlos, nuevas herramientas que aprender a manejar, todo es nuevo y ha llegado para quedarse. Lainformaciónes un bien escaso y demandado queno puede morir.

No hay soluciones milagrosas a la vista para salir de la grave crisis actual, pero en la FAPE estamos seguros de que el futuro sigue estando, independientemente del soporte en que se exprese, en elperiodismo hecho con rigor, el periodismo que contrasta la información, el que verifica lo que está ocurriendo, el que recurre al uso independiente y plural de las fuentes y el que cumple las normas éticas y deontológicas que rigen nuestra profesión.

La única certeza que tenemos es que sin periodistas no hay periodismo. Podrán cambiar las redacciones, podrán cambiar los escenarios laborales, perosiempre se necesitará un periodistabien formado y capacitado para jerarquizar la abundante información que circula, para cubrir las noticias que interesan y preocupan a los ciudadanos y para hacer las preguntas que temen los poderosos.

Convencidos de que elperiodismo es un acto éticoy exigente, la LXXI Asamblea de la FAPE, reunida en el Patio Herreriano del Museo de Arte Contemporáneo de Valladolid el 14 de abril de 2012, aprueba la siguiente Declaración:


MANIFESTAMOS

-QUE los periodistas no podemos ni debemos perder el tren de la transformaciónque avanza en nuestro oficio y en nuestras formas de elaborar y difundir la información.

-QUElos periodistas no debemos “comprar” lo que más se vende, lo que está de moda. Nuestra responsabilidad hacia la sociedad nos obliga a ser originales, a descubrir qué se esconde detrás de lo que se quiere ocultar a los ciudadanos.

-QUE el acelerado avance digitalnos convoca a la realización de un gran esfuerzo de adaptación, a imaginar nuevas formas de trabajo y a impulsar proyectos periodísticos propios sin miedo ante el futuro.

-QUE los periodistas tenemos que convertirnos en gestores de nuestros contenidosy de nuestras plataformas, ponerlos en valor y estar en contacto permanente con los usuarios para responder a sus necesidades informativas.

-QUEla revolución digital exige de las universidades que adapten sus planes de estudiosa las necesidades reales de sus alumnos en el cada vez más duro y complejo camino hacia el mercado de trabajo.

-QUEsostenemos que los editores necesitan con urgencia un cambio de mentalidad, una imprescindible adaptación al nuevo modelo de negocio. No es de recibo que apuesten por la precariedad, por la desmotivación de sus plantillas, que den, en definitiva, pasos que están llevando al hundimiento de sus empresas.

-QUE la insistencia de las autoridades públicas e institucionales, y en primer lugar de los que gobiernan, porlas ruedas de prensa sin preguntas y las declaraciones enlatadas, anulanel papel del periodista y el derecho de información de los ciudadanos.

Al mismo tiempo que buscamos nuevas oportunidades, no dejaremos de insistir en que hay queseguir haciendo periodismo de calidad. En este sentido, rechazamos de plano la estrategia de algunos medios deexpulsar de las redaccionesa periodistas experimentados para sustituirlos con becarios sin remunerar y contratados con un salario indigno.

También defenderemos lapervivencia de los más altos estándares éticosen nuestro trabajo y exigiremos el mismo comportamiento a los editores y a las fuentes. El ejercicio del periodismo de acuerdo a las normas éticas refuerza nuestra credibilidad, dignifica nuestra profesión y sirve de freno a cualquier intento de los poderes de controlar y manipular la información.

Yseguiremos contando los hechos donde quiera que se produzcan para difundirlos en el soporte que toque, absolutamente convencidos de que el avance tecnológico nunca podrá suplir al periodista, ni trastocar los principios del periodismo.